El nopal cardón tiene una especie de tronco bien definido que alcanza hasta los 5 metros de altura. Habita en ciertas zonas donde llega a ser tan abundante qué forma nopaleras, en dónde convive con otras especies de nopales con los cuales se forman nuevas variedades o híbridos.
Las flores del nopal cardón son de color amarillo o anaranjado, bastante vistosas y hermosas que contrastan con el color del nopal. Sus frutos globosos tienen pulpa roja o anaranjada, son deliciosos y muy dulces.
Sabemos que el jugo de la tuna Cardona es un ingrediente muy apreciado en la preparación de dulces típicos, como la melcocha y el queso de tuna.
En tiempos de sequía, los tallos del Nopal cardón son consumidos como verduras también son una fuente de alimento para el ganado.

En dónde habita el nopal cardón
Esta es una especie endémica de México y crece de manera extensa en el altiplano y la serranía, laderas, abanicos aluviales y en llanuras dónde forma parte del matorral en áreas abiertas de Aguascalientes, Ciudad de México, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Puebla, Querétaro de Arteaga, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas. Suele crecer en elevaciones de 1600 a 2400 m de altitud.
También se ha reportado su presencia en algunos estados de Estados Unidos como Arizona, Texas y Nuevo México. El nopal cardón generalmente habita en áreas desérticas y semiáridas, adaptándose a climas secos y calurosos.
Un estandarte: la tuna cardona y el nopal Cardona
Hace cerca de 9000 años este vegetal fue domesticado por pobladores de territorio mexicano junto con el maguey, el maíz y el frijol.
El nopal siempre ha sido un estandarte, tanto es así que se creó el mito dónde se dice que el águila aparece devorando una serpiente para indicar el nuevo territorio azteca, y junto con esta ave se creó el escudo nacional.
La leyenda del nopal, el águila y la serpiente es una historia emblemática en la mitología mexicana y tiene relación directa con el símbolo nacional de México. Se remonta a la fundación de la ciudad de Tenochtitlán, capital del Imperio Azteca. Según cuenta la historia, los aztecas, guiados por su dios Huitzilopochtli, debían encontrar el lugar indicado para establecer su ciudad.
La señal que les había dado su dios era que encontrarían un águila posada sobre un nopal devorando a una serpiente. Después de muchos años de búsqueda, los aztecas finalmente encontraron este escenario mítico en una isla del Lago Texcoco.
Este encuentro fue interpretado como una señal divina y confirmó que habían llegado al lugar adecuado para fundar su ciudad. Así, en 1325, los aztecas establecieron Tenochtitlán, que se convertiría en una de las ciudades más impresionantes y grandes del mundo en su época.
El águila representaba al dios Huitzilopochtli, dios de la guerra y el sol, quien guiaba a los aztecas y les daba fuerza en la batalla. La serpiente que la águila devoraba simbolizaba el mal y la opresión. Esta leyenda del nopal, el águila y la serpiente tiene un profundo significado para los mexicanos. Hoy en día, podemos ver este simbolismo en la Bandera de México, donde un águila está posada sobre un nopal en medio de un lago, devorando una serpiente.
La leyenda del nopal, el águila y la serpiente representa la valentía, fuerza y resistencia del pueblo mexicano, así como su conexión con su historia y cultura ancestral.
Se utilizó el nopal cardón o, por su nombre científico opuntia streptacantha, la figura del nopal que aparecen las primeras representaciones del escudo nacional, reconocible por sus tunas rojas y por ser endémico del centro y Norte de México. Es tan importante en la identidad mexicana que autores de la talla de Octavio Paz, José Emilio Pacheco y Pablo Neruda lo han citado para describir a México de forma vibrante color e historia.

Otras razones de importancia del nopal cardón comfuerza y resistenciao símbolo
Vamos a conocer, en concreto, por qué el nopal cardón es tan importante para el pueblo mexicano por diversas razones culturales, históricas y simbólicas.
